navegar

Navegar es flotar en el agua, desplazarse con la fuerza del viento. Viajar, zarpar, timonear, tomar velocidad, sentir el aire, mantenerse a flote. En esta obra se presentan diferentes modos de ver un barco en altamar, de interpelar los sentidos de la perspectiva y los indicadores de espacio para desnaturalizar el paisaje y la arquitectura urbana.
La construcción de la imagen es un gesto que abre los repertorios de la contemplación hacia el deseo de movimiento. Nadie se baña dos veces en el mismo río, afirmaba Heráclito. En constante transformación, la idea de permanencia se torna ilusoria. Embarcaciones compuestas por estructuras firmes subrayan exteriores fluidos y movedizos. Los puntos de vista conectan un adentro y un afuera con la intención de resituar la mirada.
Esta serie de trabajos se construye a partir de intervenciones sobre fotografías, imágenes que luego se colectivizan y se reconfiguran con el aporte de diferentes artistas invitades. Una obra que indaga la mutabilidad de la materia, de los contextos y escenarios circundantes. Una reflexión abierta en torno a la estructura habitable y a su devenir embarcación en movimiento.
